A las 4:30 de la mañana llegué a la parada de Selan Bus en Bahar Dar. El autobús salía a las 5 de la mañana, pero ya había un montón de gente esperando. Algunos con sus maletas preparadas otros con atillos gigantes con sus enseres dentro.
Mientras esperaba la llegada del autobús pensaba en lo que haría en mi último día en Etiopía, ya que ese día se iría en el viaje. Esperaba con ansia mi visita al Merkato de Addis Abeba, el más grande de África y también bastante singular.